La Dirección General de Educación Secundaria presentó el libro "Experiencias educativas en los Centros María Espínola (2021-2023)”, que recopila prácticas educativas emprendidas por algunos liceos. Los estudiantes como protagonistas y la mejora de los aprendizajes que animan a los alumnos a investigar, experimentar y aprender definen la impronta de las iniciativas.
Durante la presentación, la consejera del Consejo Directivo Central, Dora Graziano, celebró la iniciativa de plasmar en una publicación las experiencias educativas desarrolladas en los Centros María Espínola.
Graziano hizo énfasis en la vigencia de las ideas de María Espínola, que a su entender se promueven en los centros que llevan su nombre. En este sentido, valoró lo que la educadora afirmaba: “Resulta fundamental aunar esfuerzos para la formación integral de niños y jóvenes. Otro aspecto importante es apuntar al logro de mejoras académicas en consonancia con las expectativas reales de los estudiantes, con lo que ellos necesitan y quieren aprender, focalizando en las poblaciones que más lo necesitan”.
Por su parte, la directora general de Educación Secundaria, Jenifer Cherro, señaló que en cada rincón del país hay docentes y estudiantes que se esfuerzan por cultivar formas novedosas de explorar el conocimiento y fomentar el crecimiento personal e intelectual. “Desde esa perspectiva, desde el año 2021, la Dirección General de Educación Secundaria implementa la propuesta de Centros María Espínola que en la actualidad se aplica en veinte centros educativos y que para 2025 se extenderá a treinta”.
Cherro valoró que las experiencias desarrolladas en la publicación reflejan la diversidad y singularidad de cada comunidad educativa, a la vez que subrayan los valores compartidos de trabajo colaborativo e interdisciplinario. “Se trata de iniciativas que fomentan un aprendizaje significativo y una motivación que trasciende las aulas. Es un testimonio de esas experiencias innovadoras que están transformando la manera en que aprendemos y enseñamos”.
La inspectora Marta Kandratavicius, que formó parte del equipo técnico coordinador, destacó que el libro reúne propuestas, experiencias y proyectos donde aparecen prácticas educativas “buenas, nuevas y con herramientas innovadoras y transformadoras, pero fundamentalmente aparece mucho trabajo colaborativo y compromiso con los estudiantes, la educación y el medio donde cada uno de ustedes trabaja”.
“Cuando organizamos la convocatoria nunca pensamos la respuesta que tendría, que superó las expectativas que teníamos. Se presentaron alrededor de sesenta trabajos y créanme que fue muy difícil seleccionar cuáles integrarían el primer tomo”, reflexionó.
El libro reúne experiencias de Artigas, Cerro Largo, Florida, Lavalleja, Montevideo, Paysandú, Río Negro, Rivera, Salto, Soriano, Tacuarembó, Treinta y Tres.